En el día del deporte, un desconocido, el blind tennis

Blind Tennis

En el Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz nos gustaría hacer una reflexión sobre el poder del deporte. El deporte es una pasión, practicada en las más diversas formas que podemos imaginar y compartida por mujeres y hombres de todo el mundo desde tiempos remotos. De hecho, el día no es casual, sino que conmemora la inauguración, en 1896, de los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna, en Atenas.

El deporte es una herramienta, en todos los campos, para la igualdad de género, para la inclusión entre poblaciones, para el desarrollo físico de personas discapacitadas… El deporte es una forma de incluir a todos, libres de prejuicios y de luchar en equipo por un objetivo común. Transmite una serie de valores fundamentales en los que siempre debemos trabajar: compromiso, responsabilidad, trabajo en equipo, esfuerzo, perseverancia, convivencia, cuidado de la salud…

Un ejemplo para todos es Paco Verdú, uno de los pioneros del blind tennis en España, de la Fundación Sound Tennis. Un proyecto que pretende acercar el tenis a las personas con discapacidad visual, convirtiéndose en una oportunidad para el crecimiento integral de quienes lo practican. Potencia la autonomía frente a la dependencia, desarrolla la orientación espacial y ayuda a controlar el entorno, mejora la capacidad de toma de decisiones y contribuye a la generación de autoconfianza.

Este aún desconocido deporte se juega con una pelota de espuma para evitar cualquier tipo de lesión por contacto, dentro de la cual se colocan cinco bolitas de plomo que le aportan el sonido, que se producirá al impactar con la raqueta, en los rebotes o cuando esta se desplace por la pista. Así puede ser fácilmente localizada por el jugador. En general, sus reglas son similares a las del tenis tradicional, adaptando algunas de manera importante, como el hecho de que en función del grado de discapacidad visual el jugador podrá golpear la pelota después de 1, 2 o 3 botes.

Bolas Blind Tennis
Pelotas de Blind Tennis

Además, se plantea la mejora de la inclusión en los juegos de dobles, donde cada pareja está formada con un jugador con discapacidad visual y otro con visión total. ¿Te atreves a cerrar los ojos y dejarte guiar por sentidos?

Fernando Ortega y Paco Verdú, vinculados a los deportes de raqueta de competición desde hace muchos años, conocen en Singapur la modalidad del blind tennis, proyecto del que automáticamente se enamoran y deciden importar a España. Tras más de un año trabajando fuera de pista preparando una estrategia didáctica para enseñar el deporte, deciden hacer las primeras pruebas. Empezaron siendo un club deportivo y poco a poco fue cogiendo forma, con más personas interesadas, y así llegaron a ser una fundación dedicada al deporte adaptado.

Ahora mismo, su fundación se dedica al blind tennis, al tenis para personas con discapacidad intelectual y a personas con problemas de exclusión social, a quienes aportan desde el deporte un perfil de inclusión.

Cuando preguntamos a Paco por lo más duro de esta experiencia, nos cuenta que, “como entrenador, lo más duro fue la elección de los primeros jugadores desde el punto de vista didáctico. No pueden aprender por imitación visual y tienes que describir con todo lujo de detalles cómo es la pista, cómo son los movimientos, cómo se está moviendo la pelota y explicar todo hasta niveles de detalle muy altos, especialmente con jugadores con problemas visuales de nacimiento, que no poseen recuerdos gestuales de las posiciones a imitar”.

Pero, y ¿lo más bonito de la experiencia?

Paco nos responde: “ver las evoluciones, la capacidad de sacrificio, que no ese encuentra tanto en el tenis tradicional, la superación que representa para los jugadores conseguir golpear la pelota con la raqueta; todo eso es indescriptible”.

Podio Blind Tennis B2
Chimo García, campeón del mundo de blind tennis en categoría B2

El año pasado el campeonato mundial de blind tennis se celebró en Madrid y salimos bien parados con un campeón del mundo en la categoría B2, Chimo García, y un subcampeón en la categoría B1, Alex Zacarés.

Los trámites para que el deporte se convierta en paralímpico son lentos pero están en curso. Y gracias a su esfuerzo, ahí estaremos.