Descubre PayaSOSpital y abre la ventana de la imaginación

¿Quién se esconde detrás de Max Recetax? Un profesional con más de 20 años de experiencia en el mundo Clown, Sergio Claramunt. Sus pacientes van desde los pequeños que se han roto una pierna hasta los niños que sufren enfermedades graves. Sergio aún recuerda su primer día. Terminó los estudios de Arte Dramático en Valencia y viajó a París para seguir formándose. Un día le invitaron a probar con los payasos de hospitales. “Fue duro porque en un espacio corto de tiempo se juntaban muchas emociones”, pero 24 horas después decidió unirse al proyecto, “convencido de que podía ayudar a niños en dificultades”. En 1997 fundó en Valencia PayaSOSpital, que cuenta con 18 payasos (han llegado a ser 30) que visitan en dúo los servicios pediátricos de los principales hospitales públicos de la Comunidad Valenciana, desde las habitaciones de neonatos a la UCI. Ellos no llevan medicamentos ni jeringas; sus principales instrumentos son las marionetas, cuentos o pompas de jabón.

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Sergio y todo su equipo han visto casos de niños, como Araceli, que no quieren hacer sus duras sesiones de rehabilitación. Es entonces cuando aparecen ellos y, con un poco de humor y juegos, acaban todos haciendo los ejercicios. No solo los niños les dan las gracias, también los padres logran ‘normalizar’ por unas horas las duras sesiones de pasillos de hospital y visitas a médicos.
Aquí la función no tiene ni horario ni guion. Se hace lo que el niño manda, al menos así lo ve Sergio. Estos maestros de la improvisación disponen de muchos recursos así que, si toca cantar una canción bajito, pues se hace o, si tenemos que montar una gran fiesta, pues la montamos, según lo que el niño necesite en cada momento. “No siempre la sonrisa es lo primero, a veces necesitan un abrazo o simplemente que les escuches”.

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Claramunt defiende que ser payaso es, «aparte de un insulto, un oficio, y que en este caso requiere de formación específica (artística, hospitalaria y psicológica) y además hace tener «los pies en el suelo» y descubrir que «no puedes desperdiciar la vida».
En esta mayoría de edad que ya ha alcanzado PayaSOSpital ha habido momentos duros, como los recortes en los centros hospitalarios, que han hecho que Sergio y su plantilla hayan tenido que reinventarse además de que no pueden ir tantas veces a ver a los pequeños como les gustaría. Han atendido a más de 240.000 niños. Saben que no son tan prioritarios como las medicinas o el personal médico, pero también ven lo necesario que es lo que desde PayaSOSpital aportan al niño: juegos, ganas de reír, que sea lo más feliz posible y, en definitiva, que nunca pierda las ganas de vivir.