Queridas Reinas Magas: Sí, han leído bien, decimos Reinas Magas porque esta iniciativa surgió de la mano de un grupo de amigas en 2007. Unos inicios que jamás pensaron que tuvieran continuidad en el tiempo y, sobre todo, tanta aceptación. Teresa es una de esas reinas que levantó la asociación. “En las Navidades de año 2007 una residencia de niños en la que ayudaba una amiga nuestra nos pidió ayuda con los regalos de Reyes. Les dijimos que escribieran sus cartas y que nos ocuparíamos de ello; éramos 7 amigas y ellos 150 niños. Una noche mandamos un mail a nuestras familias y amigos más cercanos pidiendo que nos ayudasen, cada uno se hizo cargo de una carta y salió todo fenomenal. ¡Fue precioso!”. De eso ya han pasado diez años y ahora estas Reinas Magas hacen realidad los sueños de más de 9.000 niños y ancianos por toda España. Labores de coordinación para que todos reciban los regalos que más desean y grandes dosis de solidaridad hacen que los ayudantes de estas Reinas Magas cada Navidad se pongan en marcha para conseguirlo; “Trabajamos siempre con centros, ONGs o fundaciones que alguna de las 30 “reinas magas coordinadoras” conoce de primera mano para asegurarnos siempre que la ayuda llega donde debe llegar. Si alguien nos cuenta en diciembre de 2007 que esto iba a pasar, nos hubiéramos muerto de risa, con lo asustadas que estábamos de conseguir cumplir los sueños de 150 cartas a los reyes magos, pero mira…. Ya hemos pasado de 9.000 repartidos por toda España”.
El mejor regalo de Navidad
Cada Navidad se desbordan de solicitudes de gente que quiere colaborar. Para hacerlo, es muy sencillo: solo hay que registrarse en la página web y esperar a recibir la carta. Teresa recuerda muchas anécdotas. Diez años dan para mucho pero tiene claro cuál ha sido el regalo más especial que han entregado.“En uno de los primeros años los regalos de una residencia de niños estaban todos en mi casa, las monjas que se ocupaban de la residencia no tenían donde guardarlos y nos pidieron que se los entregáramos directamente la noche del 5 de enero cuando los chicos ya estuvieran acostados. Así que el 5 de enero por la noche llenamos una furgo y nos fuimos para allá. Era la típica noche de 5 de enero, mucho frío, neblina y, por supuesto, por el camino nos perdimos. Llegamos bastante tarde, en silencio nos abrieron por la puerta de atrás desde donde no nos podían ver los niños si es que se despertaban y descargamos los regalos. Cuando terminamos de descargar nos invitaron a entrar y en la cocina habían preparado con los niños un café calentito y roscón para los reyes Magos!!….. creo que es el café y el roscón más maravilloso que me he tomado nunca!”.
Teresa y las otras reinas coordinadoras tienen claro que ellas no existirían sin la valiosa ayuda de los ayudantes que de todo corazón cada año se vuelcan con las peticiones. “Es maravilloso poder aportarle a alguien un poquito de felicidad, pero nosotras no somos más que las manos que lo juntan todo. Los que de verdad hacen felices a los niños y ancianos son todos y cada uno de los voluntarios que año tras año se hacen cargo de las cartas, se recorren las tiendas buscando el juguete de turno que se ha agotado, la bufanda verde de la señora, las zapatillas, etc….ellos son los que de verdad hacen feliz a tanta gente”.
Una vez más se demuestra que la solidaridad y la buena voluntad consiguen lo imposible, aunque si algo tenemos claro es que los Reyes Magos existen y que detrás de esta asociación está la fuerza de Melchor, Gaspar y Baltasar.
