Una esperanza para Anahí

Hoy es el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, se celebra en todo el mundo cada 3 de diciembre con el objetivo de llamar la atención y movilizar apoyos para aspectos clave relativos a la inclusión de personas con discapacidad en la sociedad y en el desarrollo.

Con este motivo entrevistamos a Sheila, una madre luchadora que ha tenido que serlo aún más por tener una hija, Anahí, con parálisis cerebral. Sheila llegó de Nigeria cuando solo tenía 12 años y se instaló en Sevilla, donde comenzó una nueva vida, allí se casó y allí nació su hija.

Lo que parecía un embarazo totalmente normal se truncó después del parto, un parto complicado y con muchas horas de complicaciones tras el nacimiento, en las que el bebé estuvo el borde de la muerte. Desde ese momento, la lucha de Sheila ha sido constante,  viendo como su bebé no tenía el desarrollo normal que se esperaba. A pesar de ser joven y madre primeriza, había cuidado durante años de sus hermanos más pequeños y rápidamente se dio cuenta de que el desarrollo de Anahí no era normal.

El diagnóstico definitivo de la parálisis cerebral de Anahí tardó casi un año en llegar, algo que a la larga ha afectado a su maduración, puesto que la atención temprana también llegó tarde; asumir un diagnóstico de este tipo no fue fácil, afectó mucho a su relación de pareja (que incluso terminó en un complicado divorcio) y acabó en un traslado de madre e hija a Mallorca, donde actualmente residen.

Aceptar un diagnóstico así es muy complicado, e incluso la llevó a la depresión durante más de cuatro años, pero nada es más fuerte que el amor entre una madre y una hija y eso es lo que ha hecho de ambas lo que son hoy en día.

La unión hace la fuerza

Hablando con su madre nos cuenta feliz: “Anahí es un amor, es la alegría de la casa, siempre está sonriendo, es muy alegre y tranquila. Nunca se queja aunque sepamos que tiene dolor, nos gusta pensar que es consciente de lo que tiene pero no puede expresarlo, eso nos ayuda a que todo eso sea más fácil. Ella es mi motivación para hacer todo, siempre me está esperando con una sonrisa. Alegra la vida a las personas.”

Sheila lleva una vida totalmente vinculada al deporte, es deportista de alto rendimiento, triatleta y competidora de halterofilia, campeona de baleares de halterofilia y tercer puesto de España; y en ello ha volcado también el futuro de su hija, ha creado la asociación ‘Una esperanza para Anahí’, en la que organiza carreras benéficas, competiciones, eventos solidarios, mercadillos en eventos deportivos… todo aquello que recauda va íntegramente dedicado a tratamientos y material ortopédico.

Anahí acaba de cumplir 11 años, su movilidad es muy reducida, dio sus primeros pasos a los 7 años y ahora es capaz de caminar cogida de un brazo, aunque solo cuando está su madre delante. Siempre está buscando su aprobación. Existe una enorme conexión entre ellas.

En las carreras siempre es la encargada comenzar corriendo con los participantes, es la iniciadora de las marchas. Le gusta el deporte porque es un lugar de entretenimiento; hace unos cuatro años que ambas practican juntas y ya un año en el que van a carreras solidarias. Anahí acompaña a su madre a todos sus entrenamientos; si no, no podría ir.

Unidas en el deporte

Su desarrollo psíquico y comunicativo es menor, no consigue hablar aún y es muy probable que no consiga a hablar nunca. Sí tiene momentos en los que mueve la lengua e intenta hablar, pero se frustra y se enfada. Trata de comunicarse y entiende lo que se le pregunta, se comunica perfectamente con la mirada, a base de mucho trabajo. En esto es en lo que más deberán trabajar a partir de ahora.

La niña asiste a un colegio combinado, donde tiene una clase ordinaria para trabajar la inclusión social y un aula especial en la que está siempre con los mismos compañeros. Allí cuenta con fisio y logopeda, pero solo disponen de dos horas para cada uno de los niños, por lo que se hace necesario tener tratamientos fuera del colegio.

No existen más tratamientos subvencionados por la Seguridad Social y este es el motivo de comenzar la recaudación popular. El año pasado con esta iniciativa se pagó el primer año del método Therasuit y la compra de su andador; hace rehabilitación tres días por semana y así consigue una gran mejora, es una niña grande y con mucha fuerza, pero le falta trabajar los músculos.

A pesar de los problemas la felicidad acompaña a Anahí

Desde Gente que Brilla queremos ayudar a dar visibilidad a este caso, pensamos que con una ayuda muy pequeña los beneficios son tan grandes, que merece la pena seguir luchando, siempre. ¡Compartimos su lucha!

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