España, líder en donación y trasplante de órganos

Beatriz, ama su trabajo, pero reconoce que le costó mucho dejar su puesto de nefróloga en el madrileño Hospital 12 de octubre «porque me gustaba mucho trabajar a pie de cama y en la ONT es un trabajo más de gestión. Pero ver que lo que hago beneficia a otros pacientes a corto, medio y largo plazo es reconfortante y me encanta mi trabajo». Si de algo podemos estar orgullosos en España es, sin duda, del puesto que ocupamos en la donación y trasplante de órganos. Desde la creación de la ONT, en 1989, nuestro país ha pasado de 14 donantes por millón de población a 34,6. Esto significa haber pasado en menos de 30 años de encontrarnos en la parte media-baja de los índices de donación en Europa, al puesto más alto, no sólo a nivel europeo, sino mundial.

Para Beatriz, esto se debe, entre otras cosas, “a la idoneidad de España para trabajar en la donación y trasplante de órganos, gracias al excelente sistema sanitario del país, a los equipos profesionales tan innovadores de que dispone, así como unas características muy específicas como nación, como son la descentralización de las competencias, incluyendo las sanitarias”.

Domínguez-Gil, reconoce que la clave del éxito de la ONT es el sistema de estructuración a tres niveles: hospitalario, autonómico y nacional”. Gracias a éste, España ha conseguido consolidarse en la primera posición mundial, un liderazgo que se mantiene durante 25 años, lo que para la directora de la ONT “es un orgullo, como médico y como española ver que ocupa una posición que es vista con envidia por el resto de países”.

Con todo esto, la responsable de la ONT es consciente de lo complicado de su trabajo en lo que al trato con la familia del fallecido se refiere: “Cuando una persona fallece en condiciones de ser donantes de órganos, lo hace de una manera súbita e inesperada. De modo que, en un corto periodo de tiempo, la familia tiene que asumir decisiones muy importantes”. Aun así, Domínguez- Gil reconoce que son testigos de una “gran solidaridad” por parte de las familias: “Nosotros siempre decimos que vamos con una pregunta difícil en el peor de los momentos, pero nos responden maravillosamente bien y son capaces de pensar que en esa situación de dolor pueden hacer mucho bien a otra familia”. No obstante, es consciente que siempre hay obstáculos que derribar y situaciones en las que mejorar, pero en lo que concierne a la solidaridad de la ciudadanía se reafirma: “En España está garantizada”.

Domínguez- Gil apenas lleva seis meses como directora de la ONT, pero tiene una década de experiencia como médico adjunto de la organización. Su reto al mando de la misma es claro: “Seguir siendo líderes 25 años más” para lo que tiene que continuar aumentando la velocidad de donación y trasplante, de manera “que nuestros pacientes van a tener más posibilidad de trasplantarse y quiero que lo hagan con todo tipo de garantías”. Así mismo, también confiesa que tiene que estar preparada para todos los avances que se produzcan este ámbito para facilitar su implantación. Respecto a las áreas de mejora, afirma que están “identificadas” y que su resolución conformará lo que será la ONT en los próximos 5 años, “en los que aspiramos a alcanzar los 50 donantes por millón de población en 2022″.

Por tanto, la estrategia a seguir por la directora es “consolidar lo que han sido nuestras principales áreas de trabajo en los últimos años: colaboración con los servicios de urgencias y el sistema de donación en asistolia (el donante tiene el corazón parado)». Todo un reto, sí, pero como se apuntaba unas líneas más arriba, la solidaridad no tiene límites.