«Somos galgos”, una sana adicción

Motivo: haber nacido galgo

La situación de los galgos en España empeora cada año. Miles de estos animales son desechados cuando termina la temporada de caza o durante ésta si los cazadores deciden que son inservibles. Lo mejor que les puede pasar es que sean abandonados a su suerte una vez les arranquen los microchips, pero en muchas ocasiones son asesinados o torturados para acabar con ellos. Es una raza útil para la caza durante los primeros años de vida. La media de edad de abandono está entre los tres y cuatro años. Con esa edad el animal ya no posee las mismas cualidades físicas y algunos, que no todos los cazadores, deciden deshacerse de ellos. De ahí que exista una cría masiva y descontrolada de esta raza para satisfacer la demanda.

Silvia con un cachorro en adopción. Para adoptar pulsa AQUÍ

Si un galgo entra en tu vida, la cambiará para siempre.

El galgo frente a otros perros es el gran desconocido como animal de compañía. Duermen más de 16 horas al día, son muy tranquilos y nobles y pueden vivir perfectamente en un piso. Un desconocimiento que también era aplicable para Silvia Carpallo, amante de los animales desde niña: “cuando era pequeña según me iba encontrando animales los iba subiendo a casa, pero es de adulta cuando me doy cuenta de lo que me importa este mundo y valoro mucho más la compañía de mi gato o la vida de un elefante en el circo. Sin querer te vas metiendo y metiendo y llega un punto en el que ya no hay retorno…jajaja, adicción lo llaman.” En su casa siempre han vivido con perros como mascota, “Coqui fue nuestra primera perra. Me la regalaron mis tíos, ¡por fin! Qué ganas tenía de tener perro. La compraron en el rastro de Madrid.¡Qué horror! Con la de animales que hay esperando adopción en perreras y protectoras. El día que se marchó yo no pude estar. Me fui de Madrid por que no podía soportarlo.”

Silvia junto a uno de sus gatitos

Se prometió que ningún perro entraría más en su casa pero a los pocos meses llegaba Quenzo con dos meses de edad, para Silvia el mejor perro del mundo. Ahora Silvia comparte casa con sus dos mellizos, Martina y Hugo, de dos años, con Truco y Lulú, dos gatos y con Vida, una preciosa galga. Para ellas sus mascotas, son miembros de su familia: » para mí es una preocupación cuando les pasa algo y una alegría cuando son felices. Quiero que tengan la mejor vida posible.» Y debido a esta gran pasión hace unos se metió como ella dice en el mundo del galgo.

Silvia junto a su hermana Lara, también al frente de Somos Galgos

Comenzó como voluntaria en una asociación dedicada a la protección de los galgos, allí se envenenó de esta raza y le permitió conocer mucha gente que ya siente como parte de su familia: «mi familia galguil como yo la llamó. Ahí empezó todo. pasé por otras asociaciones importantes y fui adquiriendo experiencia y conociendo a más gente increíble. El compartir tantos momentos buenos y malos con otras personas une mucho. Así que un día varias compañeras decidimos que era el momento de salvar vidas por nuestra cuenta. Fue un año intenso de preparativos, pero todo muy emocionante. Así nació Somos Galgos».

 

Silvia con su perrita Vida y con un cachorro de la asociación

Acoge o adopta y comprueba sus beneficios.

Al frente de la asociación hay cuatro mujeres, cuatro amantes de los galgos. Ana, María, Lara, hermana de Silvia y ella, aunque aseguran que sin la ayuda de los voluntarios no son nadie. Pese a que hace tan solo un año que fundaron la asociación han conseguido ayudar a 40 perros, “aún no hace un año desde que empezamos y jamás hubiésemos pensado dar con gente tan implicada. Estamos felices.” Su lucha es diaria y en ocasiones es difícil compaginar la vida familiar con la perruna, aún así es su gran pasión y no puede evitar implicarse, sufrir o sentir rabia cuando ve cómo un perro es maltratado o respirar aliviada cuando después de mucho esfuerzo uno de los galgos rescatados consigue un hogar en el que va a recibir amor, “Cuando un perro tuyo es adoptado se tienen sentimientos enfrentados. Ten en cuenta que muchas veces lo rescatas tú, el hecho de abrirle las puertas de tu casa ya te carga las pilas. Le llevas al veterinario, le alimentas, tratas sus miedos…son muchas horas con ellos. El día que son adoptados es fantástico porque por fin llegó su momento, pero sientes penita por tener que despedirle”. Las ayudas son escasas, el dinero lo consiguen a través de rifas, venta de manualidades o donaciones privadas, van adaptándose y creando prioridades, aunque la ayuda más importante son las casas de acogida: «nos ahorran el coste del chenil y la comida además de preparar al perro para irse un día con su familia definitiva». 

Los galgos forman parte de la vida de Silvia

La importancia de cuidar a los animales

Los animales de compañía aportan muchos beneficios al ser humano, ya se sabe que se dice que el perro es el mejor amigo del hombre. En ocasiones las mascotas no solo dan compañía a sus dueños, sino que hay más. Muchos animales domésticos tienen una energía única y ayudan por ejemplo a niños o abuelos en terapias, otros son empleados para labores de rescate o se convierten en los ojos de la gente invidente. Silvia lo tiene claro, “un niño que crece con un animal de compañía, de adulto tiene una serie valores que le hacen una persona más grande, más equilibrada.” Ella lo lleva a cabo e inculca a sus dos hijos así como a todo el que quiere escucharla que los animales deben ser amados, cuidados, valorados y respetados como se merecen.