Se puede cantar sin palabras

“La sordera es la persona que soy ahora mismo, no es una parte de mí, es lo que soy, convivo con ella”. Así es como define Raquel Sempere, una jerezana de 24 años, la discapacidad que sufre desde los nueve meses. Su amor por la música ha sido más fuerte que cualquier barrera física y ha conseguido llegar a todo el público, y emocionarle, interpretando canciones con el lenguaje que mejor entiende ella, la lengua de signos.

Una luchadora

Si hay un adjetivo que define a Raquel es el de luchadora. A los pocos meses de nacer perdió repentinamente el 100% de la audición. Eso quiere decir que, por un motivo desconocido, todo su alrededor enmudeció. A base de constancia, trabajo y apoyo incondicional por parte de su familia, la joven aprendió a hablar. Unos padres y hermanos que se volcaron desde el minuto uno en ella. Amor puro, trato igualitario y, sobre todo, transmisión de unos valores como son la fortaleza y la superación que han ayudado a Raquel a ser la mujer que es hoy en día.

Raquel perdió repentinamente el 100% de la audición. Fotografía:  Facebook Sempere A Secas

Un pitido continuo se convirtió en su única compañía hasta que a los 12 años un implante coclear le permitió algo mágico para cualquier persona sorda, oír de una manera bastante parecida a la de la gente que no vive con esta discapacidad. Hasta ese momento, Raquel llevaba un audífono tradicional, pero el implante le permitió ir un paso más allá. Acostumbrada a la lucha eterna y al «querer es poder» Raquel derribó un nuevo muro, una vez más. Tuvo que aprender a escuchar y a identificar cada sonido. Todo para ella era nuevo, pero lo tomó como un reto más, le ayudó a seguir creciendo. Desarrollo personal que dio sus frutos en el ámbito profesional. La joven jerezana terminó sus estudios y se convirtió en educadora infantil. Tiene claro que quiere dedicarse a ello y especializarse en educación especial.

Manuel Carrasco junto a Raquel Sempere. Fotografía: Facebook Sempere A Secas

Tener límites no implica ser infeliz

Un vídeo viral, interpretando un tema de Manuel Carrasco, hizo que el mundo se rindiera a sus pies. Era increíble ver y sentir cada estrofa al verla. Sensaciones mucho más allá de una voz bonita, melodiosa o desgarradora. En lugar de cerrar los ojos y deleitarte con la música con Raquel, es necesario cambiar de rol. No necesitas dejar de escuchar, necesitas poner en alerta más sentidos. Seguir el baile de sus manos, dejarte embelesar por sus expresiones y abrirte para dejarte conquistar por lo que directamente sale de su corazón. Aquí comenzaba el reconocimiento de puertas hacia fuera, más allá de su entorno más directo. Gracias a ella se rompía un estereotipo: los sordos también pueden cantar, disfrutar de las canciones y, lo más importante: transmitir sentimientos a través de la música. Sí, pese a que no puedan escuchar y, en algunos casos, tampoco hablar a la perfección.

Raquel Sempere, Melendi y Bandile. Fotografía: Facebook 2Mundos

«Seguiré cantando. Me lo dice el corazón”

El éxito abrumador de ese vídeo le llevó a actuar junto al cantante onubense en un concierto en el Puerto de Santa María, en Cádiz. Una plaza de toros abarrotada vio cumplir su sueño, hacer vibrar al público con su manera de interpretar la música. Raquel ha sabido aprovechar la oportunidad que le brindó la vida. Nunca pensó que compartir su modo de sentir la música le podía llevar a emprender un proyecto profesional musical. Junto al cantante sudafricano Bandile ha creado el proyecto ‘2MUNDOS’, con el que quieren hacer llegar sus canciones a todo el mundo. A través de financiación por crowfunding tienen la ilusión de poder crear un CD con canciones acompañadas de videoclips. Raquel es ese tipo de gente apasionada y creativa. Gente que no se lamenta, luchadora y decidida a brillar viviendo la vida de la mejor manera posible.

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